Saquitos de pera y manzana con canela

30
4 personas
dificultad

Hace poco mi amiga Kenza me invitó a una cena marroquí (ella es nativa). Fue todo un descubrimiento, me gusto mucho.

La cocina marroquí, original y a veces compleja, ha sabido fusionar una multitud de influencias: bereber, egipcia, española, francesa y judía. Las comidas cotidianas se componen con frecuencia de un plato único y copioso que puede ser una sopa de carne o ave (como la sopa Harira, la cociné una vez y era deliciosa) o un pescado con verduras. Realizadas mediante mezclas sutiles de especias (ras al-hanout), cocidas durante horas en el tajine o al vapor (chaoua) adquirienden un sabor y una textura sorprendentes. El refinamiento de la cocina marroquí se sustenta en particular por las múltiples especias, condimentos y aromatizantes que utilizan: ajo, anís, canela, cardamomo, alcaravea (la fruta de la alcaravea tiene cierta similitud con el anís y el hinojo, son tónicos y digestivos), cilantro, comino, cúrcuma, agua de rosas o agua de azahar, nuez moscada, macis, menta, cebolla, perejil, guindilla, pimienta, regaliz, azafrán, sésamo, tomillo etc.
Esta cocina debe también mucho a los contrastes de gustos (dulces y salados): tajine de cordero con membrillo y miel, tajine con cebolla y almendras… Por otra parte los marroquíes emplean ampliamente el limón confitado, que se encuentra en numerosos platos, como en el tajine de pollo.
La pastelería marroquí es menos densa en almíbar que otros países mediterráneos. Casi siempre contiene almendras y azúcar, pero los postres son más secos (cuernos de gacela, cuscús dulce con canela.
Las bebidas más apreciadas son los zumos de fruta (limonada, naranjada, zumo de sandia, leche de almendra) sin olvidar el té de menta, auténtica institución que marca el ritmo de la jornada y que que es el símbolo de la hospitalidad. (más…)

Melón en aceite de oliva, helado de cáscara de limón y aire de tomillo

30′
4 personas
dificultad


El original sabor del melón macerado en aceite de oliva virgen extra me sorprendió gratamente cuando probé la receta del restaurador Vicente Torres

INGREDIENTES

  • para el helado de cáscara de limón
  • 275 gr de azúcar
  • zumo de 5 limones
  • ralladura de 5 limones
  • 1 cucharadita de glucosa (venta en la farmacia)
  • 500 ml de nata
  • 250 ml de leche
  • para el aire de tomillo
  • 1 ramita de tomillo
  • 250 ml de leche
  • 1/2 cucharada de lecitina de soja (venta en la farmacia)
  • para el melón
  • 4 cortadas de melón
  • 1/4 litro de aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 vaso de azúcar

PREPARACIÓN
El helado
Con ayuda de un acanalador (si lo hacemos con el acanalador nos aseguraremos de no tocar la parte blanca de la piel, que amarga) retiramos la piel de los limones, mezclamos el zumo, la glucosa y el azúcar, batimos hasta que el azúcar se haya disuelto, añadimos la ralladura y el resto de los ingredientes y trabajamos con la batidora. Llenamos la heladora o en su defecto lo guardamos en el congelar removiendo muy a menudo para evitar que se formen cristales.

El aire de tomillo
Hervimos la leche, dejamos infusionar el tomillo en la leche durante 10 minutos y colamos, volcamos a un vaso alto y añadimos la lecitina de soja. Inclinamos el vaso y con ayuda de un minipimer accionándolo en la parte superior para así introducir la máxima candidad de aire y formar una espuma volátil.

El melón
Cortamos 4 cortadas de melón y con ayuda de un cortapasta extraemos unas piezas, mezclamos el azúcar con el aceite virgen extra y dejamos macerar el melón.

Montaje
Colocamos las piezas de melón, una bola de helado y por encima el aire de tomillo.

Tarta Rembrandt

60′
6 personas
dificultad

INGREDIENTES

  • para la base
  • 100 gr de mantequilla
  • 75 gr de azúcar glas
  • 1 cucharadita de azúcar vainilla
  • 2 huevos
  • 2 yemas de huevo
  • 50 gr de harina
  • 1 cucharadita de levadura royal
  • 25 gr de cacao en polvo sin azúcar
  • 150 gr de avellanas tostadas y molidas
  • 2 claras de huevo
  • 50 gr de azúcar
  • 50 gr de guindas
  • 30 gr de aranzini
  • para las aranzini o orangat
  • 500 gr de naranjas
  • 50-60 gr de azúcar
  • 1/2 l de agua
  • para la crema
  • 1/2 l de nata
  • 100 gr de chocolate fundido (tíbia)
  • para decorar
  • medallones de chocolate

PREPARACIÓN
El aranzini
Lavamos las naranjas, pelamos y cortamos en cuartos procurando que no tengan piel blanca.
Colocamos las pieles en agua con azúcar 2 ó 3 días cambiando cada día el agua. Pasado el tiempo colamos y secamos las pieles con papel absorbente, cortamos a tiras, pesamos las pieles y añadimos al almíbar hirviendo (azúcar, agua y pieles por peso igual), hervimos hasta que el jarabe se espese.
Colamos y rebozamos aun caliente con azúcar y dejamos enfriar. Una vez frío guardamos en un bote con cierre hermético para futuras utilizaciones. Se pueden guardar durante meses.

La base
Batimos la mantequilla, el azúcar glas y el azúcar vainilla hasta que quede blanquecino. Añadimos 2 huevos y 2 yemas de huevo uno a uno. Tamizamos la harina, levadura y el cacao. Añadimos a lo anterior junto con las avellanas trituradas.
Batimos las claras con el azúcar a punto de nieve. Añadimos las claras, el aranzini y las guindas cortadas en cuartos. Partimos la masa en tres partes.
En un molde desmontable de 24 ó 26 cm de diámetro forrado de papel vegetal añadimos el primer tercio de la base y horneamos a 180º durante 15 minutos. Después de hornear dejamos la base sobre una rejilla. Repetimos este trabajo 2 veces más, para obtener 3 bases.

El relleno
Montamos la nata.
Un tercio lo añadimos al chocolate fundido, mezclamos y añadimos la restante nata.
Guardamos algo de la crema para la decoración
Con 2/3 de la crema forramos la primera base, colocamos la segunda, cubrimos con crema y por último tapamos con la tercera base. Cubrimos los laterales y la parte de arriba con crema y decoramos con unos medallones de chocolate (yo utilicé unos de la marca Nestlé).