Hojaldrillos de queso

45′
4 personas
dificultad

INGREDIENTES

  • 12 hojas de pasta filo
  • 1 huevo
  • 100 gr de queso roquefort
  • 300 ml de nata montada
  • 400 gr de queso de cabra
  • 90 ml de nata líquida
  • 50 gr de pasas
  • cebollino al gusto
  • aceite de oliva
  • sal
  • 50 gr de mantequilla fundida
  • azúcar glas (opcional)

PREPARACIÓN
Trituramos 100 gr de queso roquefort con 300 ml de nata hasta formar una pasta homogénea, reservamos. Trituramos 200 gr de queso de cabra con la nata y cuando los ingredientes estén bien ligados, agregamos las pasas y reservamos.
Mezclamos el resto del queso de cabra con aceite de oliva añadiendo tanto aceite hasta optener una pasta y agregamos el cebollino picado finamente, reservamos.

Cortamos la pasta filo a tiras de 4 cm. de ancho. Untamos cada tira con mantequilla fundida, montando una tira encima de otra en total tres tiras.

Yo he utilizado formas distintas de presentación cada una con un relleno, puede ser triangular, circular, enrollada, etc.

Disponemos una cuchara de la mezcla de queso en un extremo de la pasta y doblamos o enrollamos según la forma que queramos darle, después untamos con huevo batido para sellar.

Una vez preparados todos se fríen en aceite caliente hasta dorarlos. Se pueden espolvorean con azúcar glas pero esto es opcional.

Saquitos de pera y manzana con canela

30
4 personas
dificultad

Hace poco mi amiga Kenza me invitó a una cena marroquí (ella es nativa). Fue todo un descubrimiento, me gusto mucho.

La cocina marroquí, original y a veces compleja, ha sabido fusionar una multitud de influencias: bereber, egipcia, española, francesa y judía. Las comidas cotidianas se componen con frecuencia de un plato único y copioso que puede ser una sopa de carne o ave (como la sopa Harira, la cociné una vez y era deliciosa) o un pescado con verduras. Realizadas mediante mezclas sutiles de especias (ras al-hanout), cocidas durante horas en el tajine o al vapor (chaoua) adquirienden un sabor y una textura sorprendentes. El refinamiento de la cocina marroquí se sustenta en particular por las múltiples especias, condimentos y aromatizantes que utilizan: ajo, anís, canela, cardamomo, alcaravea (la fruta de la alcaravea tiene cierta similitud con el anís y el hinojo, son tónicos y digestivos), cilantro, comino, cúrcuma, agua de rosas o agua de azahar, nuez moscada, macis, menta, cebolla, perejil, guindilla, pimienta, regaliz, azafrán, sésamo, tomillo etc.
Esta cocina debe también mucho a los contrastes de gustos (dulces y salados): tajine de cordero con membrillo y miel, tajine con cebolla y almendras… Por otra parte los marroquíes emplean ampliamente el limón confitado, que se encuentra en numerosos platos, como en el tajine de pollo.
La pastelería marroquí es menos densa en almíbar que otros países mediterráneos. Casi siempre contiene almendras y azúcar, pero los postres son más secos (cuernos de gacela, cuscús dulce con canela.
Las bebidas más apreciadas son los zumos de fruta (limonada, naranjada, zumo de sandia, leche de almendra) sin olvidar el té de menta, auténtica institución que marca el ritmo de la jornada y que que es el símbolo de la hospitalidad. (más…)

Melón en aceite de oliva, helado de cáscara de limón y aire de tomillo

30′
4 personas
dificultad


El original sabor del melón macerado en aceite de oliva virgen extra me sorprendió gratamente cuando probé la receta del restaurador Vicente Torres

INGREDIENTES

  • para el helado de cáscara de limón
  • 275 gr de azúcar
  • zumo de 5 limones
  • ralladura de 5 limones
  • 1 cucharadita de glucosa (venta en la farmacia)
  • 500 ml de nata
  • 250 ml de leche
  • para el aire de tomillo
  • 1 ramita de tomillo
  • 250 ml de leche
  • 1/2 cucharada de lecitina de soja (venta en la farmacia)
  • para el melón
  • 4 cortadas de melón
  • 1/4 litro de aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 vaso de azúcar

PREPARACIÓN
El helado
Con ayuda de un acanalador (si lo hacemos con el acanalador nos aseguraremos de no tocar la parte blanca de la piel, que amarga) retiramos la piel de los limones, mezclamos el zumo, la glucosa y el azúcar, batimos hasta que el azúcar se haya disuelto, añadimos la ralladura y el resto de los ingredientes y trabajamos con la batidora. Llenamos la heladora o en su defecto lo guardamos en el congelar removiendo muy a menudo para evitar que se formen cristales.

El aire de tomillo
Hervimos la leche, dejamos infusionar el tomillo en la leche durante 10 minutos y colamos, volcamos a un vaso alto y añadimos la lecitina de soja. Inclinamos el vaso y con ayuda de un minipimer accionándolo en la parte superior para así introducir la máxima candidad de aire y formar una espuma volátil.

El melón
Cortamos 4 cortadas de melón y con ayuda de un cortapasta extraemos unas piezas, mezclamos el azúcar con el aceite virgen extra y dejamos macerar el melón.

Montaje
Colocamos las piezas de melón, una bola de helado y por encima el aire de tomillo.